Hoy, Regresando a mi casa de la escuela volví a pasar frente al hogar de la familia Correa y vi al profesor particular saliendo de ella. En la puerta estaba la Sra. Correa despidiéndose del profesor sin notar mi presencia, pero de un momento a otro me notó y se me quedó mirando de una manera extraña que me heló la sangre; era una mirada que decía que yo no debía estar ahí.
Estaba tan asustada que no sabía que hacer, no podía moverme. Entonces después de un rato, que a mí me pareció una eternidad, ella dijo:
-!No deberías estar ahí observando los asuntos de los demás. Es de muy mala educación¡-
-Lo... Lo siento- fue lo único que alcancé a decir.
Acto seguido cerró la puerta de la entrada con un gran estruendo y se fue. Luego de eso, no se porque, levanté la mirada hacia la ventana del piso superior y allí estaba como siempre, tranquilo viendo por la ventana sin hacer nada más, el niño de los Correa.
Me saludó con la mano, tenía una mirada triste, como si quisiera salir de allí. Le devolví el saludo con una sonrisa, pero de repente detrás de él apareció su madre, lo alejó de la ventana y corrió las cortinas.
Si más nada que hacer, seguí mi camino a casa. Trataba de entender porque la Sra. Correa era así y proque sobreprotegía tanto a su hijo.
Seguí caminando hasta mi casa sin mirar atrás.
